Cambiar embrague
¿Cómo funciona un embrague?
- Embragado (pedal suelto):
El disco de embrague está en contacto permanente con el volante motor, permitiendo la transferencia de potencia. La posición natural del embrague es estar acoplado (pedal del embrague suelto), lo que significa que el disco de embrague está en contacto permanente con el volante motor. Para que lo entiendas mejor, cuando el motor está en marcha y la transmisión en punto muerto, el volante, el disco y la maza giran a la misma velocidad, como si fueran una sola pieza. En este estado, el eje primario de la caja de cambios también gira, aunque al no haber ninguna marcha engranada, no transmite la potencia del motor a las ruedas.
- Desembragado (pedal pisado):
El disco de embrague se separa del volante motor, interrumpiendo la transmisión de potencia. Por otro lado, la posición no natural del embrague es estar desacoplado (pedal del embrague presionado). En esta situación, el disco de embrague no está en contacto con el volante motor. A diferencia del caso anterior, ahora el volante, la maza y parte del collarín giran a la misma velocidad, mientras que el disco de embrague y el eje primario de la caja de cambios están detenidos.
Cuando el disco de embrague está detenido entre dos piezas móviles, el roce entre estas partes genera un desgaste considerable. Cabe destacar que este rozamiento se debe a que la separación entre el volante y el disco de embrague, cuando se desacopla, es mínima, en el orden de milímetros.
Para aumentar la durabilidad del embrague, es fundamental evitar mantenerlo en una posición parcialmente desacoplada (pedal del embrague presionado a medias) tanto en movimiento como al estar detenido, por ejemplo, en un semáforo. Este hábito provoca fricción que acelera el desgaste prematuro del disco de embrague.